Distintas formas
de aprender,
y un mismo objetivo.

Siempre que tengáis dudas sobre el proceso de aprendizaje de vuestro hijo.

En cuanto a dificultades de aprendizaje:

• Si el ritmo al que va adquiriendo los aprendizajes os da a entender que le cuesta seguir al resto de sus compañeros.
• Si veis que desde que ha empezado en la escuela con el aprendizaje de los números o de las letras se queja más a la hora de ir al cole y se siente molesto cada vez que tiene que hacer tareas relacionadas con estos.
• Si le cuesta centrarse en las tareas y organizarse, olvidándose a menudo de los materiales y deberes que le mandan hacer desde la escuela.
• Si a nivel de cálculo, a partir de los 5 años, percibís que tiene dificultad para comprender el concepto de contar, que no tiene clara la correspondencia del número (por ejemplo, la figura del número 7) con el lenguaje numérico (la palabra “siete”).
• Si a los 7 años tiene mucha dificultad a la hora de leer y le supone un gran esfuerzo.
• Si invierte mucho tiempo en estudiar y los resultados no van en consonancia.

En el caso de altas capacidades:

• Si vuestro hijo que siempre ha sido curioso, que se ha preguntado el porqué de las cosas, que mantiene a menudo una perspectiva diferente sobre diversos temas, comienza a mostrar falta de interés por las materias que se trabajan en la escuela, o se porta mal en clase, podría tratarse de un niño con altas capacidades al que no se atiende de forma adecuada.

Estos son sólo algunos ejemplos orientativos y no necesariamente representan la realidad de cada caso.

No, dificultades de aprendizaje hacen referencia a los casos en los que los procesos relacionados directamente con el aprendizaje como son la lectura, escritura o cálculo evolucionan más lentamente pero es cuestión de tiempo que alcancen al resto del grupo.

En cambio, hablamos de trastornos de aprendizaje en aquellos casos en los que el origen de estas dificultades es neurobiológico, es decir, hay algo en las estructuras cerebrales que es distinto y hace que el camino sea más costoso.

Dentro de este grupo encontramos aquellos que son específicos del aprendizaje como la dislexia (dificultad de aprendizaje que afecta a la lectura y escritura), la discalculia (dificultad en el aprendizaje de las matemáticas), o la disortografía (trastorno específico de la escritura) entre otros. También se incluyen en este grupo los trastornos del neurodesarrollo como el TDAH (trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad) y el TDL (trastorno del desarrollo del lenguaje) — antes llamado TEL (trastorno específico del lenguaje).

En ambos casos será fundamental una intervención temprana para que el resultado sea más efectivo.

Sí, una misma persona puede tener altas capacidades intelectuales y presentar simultáneamente algún trastorno de aprendizaje (Dislexia, TDAH…).

Esta condición se conoce como “doble excepcionalidad”. En estos casos, las altas capacidades pueden quedar enmascaradas por las dificultades, o viceversa, lo que complica su identificación y puede resultar en que el estudiante no reciba el apoyo adecuado en ninguna de las dos áreas.

Esta combinación puede resultar en un rendimiento académico inconsistente o por debajo del potencial del estudiante.

Dependerá del modo en que el niño sea capaz de gestionar dichas dificultades o habilidades, de cómo le hagan sentir los demás respecto a ellas, de la percepción que tenga acerca de su capacidad de mejora, y de su motivación hacia nuevos retos.

En este primer encuentro, sin la presencia del niño, nos presentaremos y charlaremos sobre lo que os preocupa. Os informaré de lo que creo que deberíamos hacer en las próximas sesiones y vosotros decidiréis si queréis que realice una valoración formal y posterior intervención.

Así de sencillo.

Después del encuentro inicial nos reuniremos de nuevo, esta vez acompañados del niño para presentarnos y conocernos.

A partir de aquí, emplearé unas 4 o 5 sesiones para, a través de pruebas estandarizadas y observación, elaborar un informe que os presentaré posteriormente.

En este punto comenzaríamos con la intervención recomendada.

Siempre desde la cercanía y empatía, ésta es mi propuesta:

• conocer poco a poco a quien tengo que ayudar;
• ajustar el material a sus necesidades e inquietudes;
• hacer valoraciones cada cierto tiempo para ir comprobando que se van alcanzando objetivos;
• colaborar con la escuela y la familia para que el trabajo sea más efectivo.

Al comienzo de cada sesión nos pondremos brevemente al día: ¿cómo te encuentras?, ¿cómo ha ido el día?, ¿alguna novedad?. Esto me ayudará a conocer rápidamente su estado de ánimo y a enfocar la sesión de la manera adecuada.

Después pasaremos a realizar actividades con diversos materiales que se ajustarán a cada caso y necesidades particulares.

Serán variados y dependerán de las necesidades de cada niño. Se combinarán materiales audiovisuales con manipulativos y de otro tipo.

Del mismo modo alternaremos actividades que requieran más esfuerzo cognitivo con otras de relajación o movimiento, teniendo en cuenta las edades de los niños y su capacidad de concentración.

Todas las que hacen referencia a las funciones ejecutivas, las cuales diferencia al ser humano del resto de animales.

¿Y cuáles son? Aquellas que tienen que ver con la capacidad de:

• planificar;
• inhibir impulsos;
• tomar decisiones adecuadamente;
• adaptarse a situaciones nuevas;
• ser resilientes y luchadores;
• tener distintos puntos de vista acerca de una misma cuestión;
• ser empáticos y tolerantes;
• aprender a retrasar la recompensa.

Son capacidades que trabajaremos de forma integrada en las actividades que realicemos. Mejorar en estos aspectos nos abrirá la mente haciendo el proceso de aprendizaje más eficiente.

Dependiendo de la disponibilidad, las sesiones podrían realizarse a domicilio en Donostia San Sebastián y parte de Donostialdea. Estas sesiones conllevarían un suplemento.

En la comarca del Bidasoa — Irun y Hondarribia — se dará preferencia a la atención en el centro de Sube al Globo de Irun.

El nombre de “Sube al Globo” recoge las cualidades que identifican a este espacio.

Todo comienza con la idea de viaje, de adquirir perspectiva, y ampliar el horizonte. Un viaje calmado y en ascensión al que nos apuntamos.

La compañía y cercanía quedan representandas por el cesto que nos transporta, y la calidez y energía por la fuente de calor que hace elevarse al globo.

En este viaje nos iremos liberando de cargas mientras vamos percibiendo con cierta distancia las dificultades que creíamos complicadas afrontar, a la vez que vamos alcanzando metas y pensando en nuevos retos que superar.

¿Os subís conmigo?